Inversiones que permiten a niñas completar educación secundaria podrían significar un impulso del 10% al PIB en economías emergentes

17 Nov

Inversiones que permiten a niñas completar educación secundaria podrían significar un impulso del 10% al PIB en economías emergentes

Erradicar todas las barreras al desarrollo de las niñas y adolescentes será clave en la recuperación post-covid y el logro de los ODS de la ONU

(LONDRES): Según un nuevo informe de Citi Global Insights y Plan International, las economías emergentes que logren tasas de finalización de la escuela secundaria del 100% de las niñas para el año 2030 podrían obtener, en promedio, un aumento de su PIB del 10%.

El informe, The Case for Holistic Investment in Girls: Improving Lives, Realizing Potential, Benefiting Everyone (Argumentos a favor de una inversión integral en niñas: mejorar vidas, realizar potencial, beneficiar a todos) revela que una inversión total de solo US$ 1.53 por día por niña en las economías emergentes tendría un gran impacto en el potencial económico general de los países.

Más de 130 millones de niñas en todo el mundo no iban a la escuela antes de la crisis del COVID-19. Según la UNESCO, es posible que más de 11 millones de niñas no regresen después de la crisis. Las adolescentes de todas partes, pero especialmente en las economías en desarrollo, enfrentran barreras para acceder y completar una educación de calidad, volverse económicamente independientes, participar en la fuerza laboral y llevar una vida saludable sin violencia.

“Los planes de recuperación de COVID-19 que prioricen la inversión en la educación y el bienestar de las niñas ayudarán a las comunidades y economías a tener una reconstrucción mejor y más fuerte”, comentó Anne-Birgitte Albrectsen, directora ejecutiva de Plan International. “Pero aún más importante, esta debe ser una inversión integral no solo en la educación en sí, sino también en desmantelar las diversas barreras que impiden el empoderamiento de las niñas, desde el matrimonio infantil y forzado hasta la violencia de género y el embarazo a temprana edad. Como podemos ver en este estudio, la inversión integral en todas las áreas de la vida de las niñas resultará en un aumento del PIB, un alto retorno de la inversión para los países y un mundo más justo”.

Incluso podrían obtenerse retornos económicos aún mayores después de 2030, gracias a los efectos acumulativos de los beneficios, y si se tiene en cuenta el impacto que la educación de las niñas también tendrá en las familias y comunidades.

“El valor especial de la colaboración entre Citi y Plan International consiste en reunir argumentos económicos y sociales, y presentar un caso sólido de inversión con múltiples componentes”, señaló Andrew Pitt, Director Global de Investigación de Citi. “Erradicar las barreras a la educación y el desarrollo de las niñas puede ser la clave para lograr muchos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU”, agregó.

El informe reúne la especialización diversa de Citi Global Insights y Plan International y presenta tres componentes clave:

– un análisis profundo de las complejas barreras a las que se enfrentan las adolescentes y las intervenciones necesarias para superarlas;

– un análisis económico original de los costos potenciales de un paquete de intervención y los beneficios económicos que podrían lograrse a través de él;

– recomendaciones sobre cómo los diferentes sectores pueden unirse para abordar de manera efectiva las barreras que están frenando a las adolescentes.

Un gran desafío para la investigación a lo largo de los años ha sido la falta de datos inclusivos y de alta calidad. Citi y Plan International se han asociado para abordar esta brecha de conocimiento crucial, creando uno de los conjuntos de datos más holísticos hasta desarrollados hasta el momento sobre los beneficios económicos y sociales de invertir en las adolescentes y jóvenes.

La ONU ha alentado el desarrollo de la colaboración entre el sector privado, el sector público, las ONG y las instituciones filantrópicas en pos de los ODS. Esta investigación confirma los beneficios de estas colaboraciones interdisciplinarias positivas.

El informe concluye que invertir en el desarrollo de las adolescentes tendrá implicancias positivas en los objetivos globales más allá del ODS 5 (igualdad de género) y, de hecho, es clave para lograr el desarrollo sostenible en general. La importancia de la educación y el empoderamiento de las niñas se han relacionado con varios ODS, que incluyen la reducción de conflictos, la obtención de agua potable y saneamiento, así como la lucha contra el cambio climático.

NOTAS PARA EDITORES

Retorno sobre inversión:

• El estudio analizó el costo total de las intervenciones en comparación con los retornos económicos que se pueden generar y dedujo un 2.8% de retorno de la inversión. Esta cifra se refiere específicamente hasta el año 2030 inclusive. Si los resultados se extendieran más allá de 2030, se puede estimar que cualquier retorno de la inversión aumentaría con el tiempo.

• El estudio comparó la inversión en niñas como retorno de la inversión con inversiones alternativas, incluso infraestructura. Se dedujo que la rentabilidad de la inversión en infraestructura en estos países sería del 2%, que como referencia es una tasa considerada digna de inversión.

Estadísticas clave relacionadas con niñas

– 132 millones de niñas en todo el mundo no están escolarizadas, lo que incluye a casi 100 millones de niñas en edad de cursar secundaria (UNESCO).

– Más del 85% de las niñas en países de bajos ingresos no completan la escuela secundaria (UNESCO).

– 15 millones de niñas en edad escolar primaria (la mitad de ellas en África subsahariana) nunca ingresarán a un aula (UNESCO).

– Se estima que la violencia de pareja afecta al 29% de las niñas de entre 15 y 19 años en todo el mundo (OMS).

– A nivel mundial, 1 de cada 5 mujeres se casó antes de cumplir los 18 años (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia).

– Casi mil millones (64%) de niñas y mujeres jóvenes menores de 24 años carecen actualmente de las habilidades clave que necesitan para la vida y el trabajo. En los países de ingresos medios bajos, el porcentaje es 75% y en los países de ingresos bajos, el porcentaje es 93% (Malala Fund).

– El 90% de los países tienen al menos una ley que restringe la igualdad económica para niñas y mujeres (Banco Mundial).