La vacunación, la mejor prevención
• La OMS resalta la importancia de la vacunación para evitar la aparición de complicaciones graves o muerte por enfermedades prevenibles y recomienda a los padres y madres de familia vacunar a sus hijos.
• UNICEF alerta que es necesario reanudar los programas de inmunización antes de que la vida de los niños esté amenazada por otras enfermedades.
• El cáncer cervicouterino es el tercero más frecuente entre las mujeres de América Latina y el Caribe, pero uno de los que se puede prevenir a través de la vacunación contra el Virus del Papiloma Humano, VPH.
• En Guatemala, anualmente se detectan 1.500 casos de cáncer cervicouterino, presentándose principalmente en sectores de alta vulnerabilidad y con residencia en áreas rurales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF han advertido sobre un importante descenso de personas vacunadas en el mundo durante la pandemia de COVID-19. El miedo de la población de asistir a los servicios de salud debido a la emergencia sanitaria, amenaza con revertir los progresos logrados para llegar a más niñas, niños, adolescentes y adultos para protegerlos contra enfermedades prevenibles a través de la vacunación.
La OMS resalta la importancia de la vacunación para evitar la aparición de complicaciones graves o muerte por enfermedades prevenibles y disminuir el posible contagio a otras personas, recomendando a los padres y madres de familia vacunar a sus hijos para protegerlos contra las enfermedades que están aún en proceso de eliminación y erradicación en el mundo.
La Directora Ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore, ha planteado la urgencia de cumplir con los programas de inmunización: “La COVID-19 ha convertido a la vacunación, que antes era sistemática, en un desafío de enormes proporciones y debemos impedir un mayor deterioro de la cobertura de la vacunación y reanudar urgentemente los programas de inmunización antes de que la vida de los niños esté amenazada por otras enfermedades. No podemos cambiar una crisis de salud por otra”.
El doctor Edgar Leonel Belteton, médico pediatra del Centro Pediátrico de Guatemala, reafirma el llamado de los organismos internacionales: “Los pediatras hemos observado con mucha preocupación que los padres de familia tienen temor de llegar a los servicios de salud y en consecuencia han descuidado los esquemas de vacunación de sus hijos. Si observamos todos los protocolos de seguridad: distanciamiento social, uso de mascarilla y lavado de manos, el acudir a un centro hospitalario y clínica médica no tiene por qué ser un riesgo”.
La Agenda de Inmunización 2030: una estrategia mundial para no dejar a nadie atrás, publicada por la Organización Mundial de la Salud, señala en su versión más reciente que la vacunación representa una inversión de futuro y beneficia a las personas, las comunidades, los países y el mundo, por tres principales motivos:
1. Salva vidas y protege la salud de la población.
2. Mejora la productividad y la resiliencia de los países.
3. Propicia un mundo más seguro, sano y próspero.
¡A cuidarse del Virus del Papiloma Humano!
Si hay algo que la experiencia con la COVID-19 ha dejado en evidencia es la relevancia de la vacunación en la prevención de enfermedades infecciosas transmisibles, dentro de las cuales se encuentra el Virus del Papiloma Humano, VPH.
“Al igual que el resto del mundo, Guatemala ha sufrido una disminución en las coberturas vacunales asociado a la pandemia. El uso de los servicios de salud para atender pacientes con COVID-19 -así como la dificultad de acceso debido a restricciones de la movilidad- y el miedo tanto de la población como de los trabajadores de salud de mantener la atención y vacunación por la posibilidad de contagio, repercutieron en una disminución general de las tasas de vacunación”, dijo el doctor Mario Melgar, Infectólogo y pediatra del Hospital Roosevelt y UNOP.
También resaltó lo siguiente: “Algunas vacunas en particular han sufrido un retraso más importante, entre estas la vacunación contra el VPH que se ha visto muy impactada debido a que la principal estrategia de vacunación se estableció en niñas en edad escolar y durante la mayor parte del 2020 las escuelas y colegios han permanecido cerrados”.
Según los datos de la Organización Panamericana de la Salud (PAHO), cada año más de 56.000 mujeres son diagnosticadas con cáncer cervicouterino en América Latina y el Caribe y más de 28.000 pierden la vida, número que asciende a 72.000 y 34.000 respectivamente si se incluye a Estados Unidos y Canadá. Este tipo de cáncer tiene un impacto desproporcionado en los países más pobres, con tasas de mortalidad siete veces más altas en Centroamérica y Sudamérica que en Norteamérica. Sin embargo, es altamente prevenible a través de intervenciones ya probadas que incluyen la vacuna contra el VPH así como el diagnóstico y el tratamiento temprano.
De acuerdo al Observatorio Global de Cáncer (Globocan) el cáncer cervicouterino es el segundo tipo de cáncer más frecuente en mujeres en Guatemala, y durante el 2018 se registraron 1503 casos nuevos y 793 muertes a causa de esta enfermedad en el país.
VPH son las siglas para referirse al Virus de Papiloma Humano y se trata de un grupo de más de 150 virus relacionados que se denominan así porque causan papilomas (tumores no cancerosos) en las áreas afectadas.
Generalmente las infecciones por VPH son transitorias y no causan problemas. Sin embargo, algunos tipos de VPH de “alto riesgo” llegan a causar distintos tipos de cáncer. El cáncer de cuello uterino (CCU) o cáncer cervicouterino es la más frecuente de las enfermedades relacionadas con los VPH. Casi todos los casos de cáncer de cuello uterino son atribuibles a infecciones por VPH.
Protejamos a nuestros hijos del cáncer
El cáncer cervicouterino es el tercero más frecuente entre las mujeres de América Latina y el Caribe, pero se puede prevenir a través de la vacunación contra el VPH. Desde hace más de una década, existen vacunas que protegen contra los tipos comunes de virus del papiloma humano (VPH) que causan cáncer.
De acuerdo con la Dra. Carmela Oranges, Líder de Asuntos Médicos para vacunas, enfermedades infecciosas y medicina general del Clúster Norte de MSD, “la vacunación es una de las medidas de prevención más importante que podemos implementar para prevenir los tipos de virus del papiloma humano (VPH) que causan tanto la mayoría de los cánceres de cuello uterino, como algunos de los cánceres de otras áreas, previniendo, asimismo, contra los tipos de VPH que causan la mayoría de las verrugas genitales”.
Además de la vacunación, el tamizaje y el tratamiento de las lesiones pueden evitar casos nuevos y muertes, y tienen el potencial de, con el tiempo, eliminar el cáncer cervicouterino.
“Las vacunas salvan vidas: ayudan a combatir, controlar y eliminar enfermedades, protegen no solo a la persona que las recibe, sino también a la comunidad, ayudan al sano crecimiento y desarrollo de los niños. Comuníquese con su pediatra, pida que revisen el carné de vacunas y agende su cita. La pandemia obliga a completar todos los esquemas de vacunación para que nadie corra riesgos”, concluyó el doctor Belteton.